La fuerza tras la sonrisa de la Gorda Fabiola

La humorista ha ‘muerto’ tres veces, pero sigue con la misma energía y actitud positiva; siempre acompañada del coprotagonista de esta historia de amor: Polilla 

Con una taza de café y una sonrisa inmensa, la gordita Fabiola abrió las puertas de su casa y su corazón para contarnos los momentos más difíciles de su vida. Escuchar la voz de su madre fallecida y conocer ‘el mismísimo infierno’ son parte de su historia de vida… y de muerte.

Podemos verla en Sábados felices, en algún comercial, en un evento o por la calle, y su rosto lucirá igual. La sonrisa de la Gorda Fabiola siempre ilumina. Sin embargo, esa luz ha estado cerca de apagarse en más de una ocasión. La historia de vida de ‘la gordita’ no podría contarse sin hablar del amor inmenso de su esposo y el difícil historial médico que han tenido que superar.

Cuando hace más de 20 años Nelson Polanía, más conocido como ‘Polilla’, concursó para entrar en Sábados felices, no se imaginaba que sería en ese programa donde nacería una de las historias de amor más bellas de la televisión colombiana.

Cuando conoció a ‘la Gorda’ Fabiola sintió una fuerte conexión, y en seguida se hicieron los mejores amigos. Al poco tiempo empezaron a sentir la necesidad de verse todos los días. Fue él quien tomó la iniciativa: le robó un beso, el primero de muchos que llegaron después.

Al igual que ese día, hoy Polilla ve con ojos amorosos a la mujer de su vida. Le deja una nota sobre la mesa, le dice ‘Para mi Gordita linda, hermosa, divina’.

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