Terminar la sinfonía inconclusa de Schubert

La Sinfonía No 8 de Schubert en B Menor es una pieza única dentro del gran repertorio de la música sinfónica clásica y siempre ha generado gran debate del por qué, hace 197 años, el compositor austriaco no la culminó, pues luego de ella, si lo hizo con otras piezas. Lo cierto es que con ella, según los expertos, descubrió un nuevo territorio musical que fue seguido por compositores de generaciones posteriores.

Casi dos siglos después, con la inteligencia artificial del smartphone Mate 20 Pro de Huawei como herramienta, el compositor Lucas Cantor, ganador de dos premios Emmy por su trabajo en los Juegos Olímpicos 2008 y 2012, asumió el reto y la responsabilidad de completar esta sinfonía que había quedado con solo dos movimientos, el 50 por ciento.

“El trabajo lo iniciamos con el teléfono que nos enviaba o sugería melodías largas, con las cuales empecé a trabajar con ellas. La diferencia es que con la inteligencia artificial se pueden producir muchas más ideas de las que habitualmente yo podía producir”. El proyecto se llama Unfinished Symphony.

El resultado

La encargada de dirigir esta pieza musical en su estreno en América Latina fue Alondra de la Parra, quien nació en Nueva York y es nacionalizada mexicana. “Esta Sinfonía ha sido el compañero de vida para todos los músicos”, aseguró ella, confesando que la primera vez que escuchó del proyecto dudó de la viabilidad del mismo, pero que poco a poco le fue llamando la atención para la creación de los dos movimientos complementarios. “Es la que más he dirigido y es una de las más preciosas. Por qué intervenirla si así está bien. Fue clave empezar a entender lo que querían realizar, con la inteligencia artificial buscaban predecir o adivinar lo que quizás el autor quería hacer, me llamó la atención, dejando los dos movimientos originales intactos. Hay que entender que el ser humano es irreemplazable y la inteligencia es una gran herramienta”, afirmó ella.

Los dos movimientos que dejó Schubert, añadió ella, “están cargados de una fuerte sensación de tragedia y melancolía. En los dos complementarios, en el primero hay una carga de nostálgia, para culminar con una descarga impresionante de optimismo”.

Un proyecto que muestra cómo apenas se ven algunas de las múltiples posibilidades que ofrece la inteligencia artificial.

Fuente:El Colombiano

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