Eduardo Silva, «el presi» que quiso hacer poderoso al Medellín

Luego de cuatro años como máximo dirigente del club antioqueño, este cucuteño de 48 años, paisa de corazón, dejará la presidencia del Deportivo Independiente Medellín.

Eduardo Silva Meluk, ex presidente del Independiente Medellín.Luis Benavides

Eduardo Silva Meluk presentó su renuncia a la presidencia del Independiente Medellín, de manera voluntaria ante la Juanta Directiva dle equipo antioqueño. Dejará el cargo luego de cuatro años en los que se destacó por implementar ideas nuevas de mercadeo que acercaron la hincha al equipo y que volvieron a despertar la pasión de los fanáticos por el rojo de la montaña. Silva se quedará con la espinita de no lograr un título en su etapa como máximo dirigente de este club, sin embargo, siempre se podrá sentir orgulloso por darle un nuevo impulso al equipo del que fue, es y seguirá siendo hincha. «El presi», como se hizo llamar desde que asumió el cargo, seguirá su carrera como empresario en otro lugar pero siempre estará ligado al Medellín, el equipo de sus amores.

Desde muy pequeño fue apasionado por el fútbol. En las divisiones menores de un equipo antioqueño se formó y soñó con llegar a ser un goleador capaz de ganarse el corazón de toda una hinchada. A lo largo de su proceso como jugador compartió con muchos que sí llegaron a ser profesionales, como Bónner Mosquera, Víctor Marulanda o Herman Carepa Gaviria. Claro que unos años después terminaría cumpliendo su sueño de poner a toda una hinchada a su favor, aunque desde un lugar diferente, no en la cancha ni en el banquillo técnico, lo hizo desde arriba, como dirigente y presidente.

Luego de terminar sus estudios de administración de empresas en la Universidad Eafit de Medellín se dedicó a trabajar en compañías del sector financiero. Se especializó en tesorería y planeación, y conoció a un hombre de negocios como José Roberto Arango, quien se lo llevó a Bogotá para emprender el difícil proyecto de sacar a flote a Millonarios. Arango entra, arregla y sale, tal como ya lo había hecho con otras empresas como Coltejer y Paz del Río.

«Hasta aquí llegué yo, ahora tome usted el timón”, le dijo Arango a Silva, quien fue presidente encargado del cuadro embajador durante un año y tres meses, y luego se quedó como gerente cuando Felipe Gaitán asumió la presidencia. Millonarios fue su escuela, aprendió a manejar una empresa deportiva de la misma manera organizada y estructurada que lo hacía en el sector financiero y por eso el Deportivo Independiente Medellín le abrió las puertas para liderar otro nuevo proyecto.

Inovó con ideas de mercadeo deportivo como las de los abonos «todo en uno», algo que consitió en que el hincha podría adquirir todas las entradas de una temporada por el precio de una sóla boleta. Logró que el estadio Atanasio Giradot se viera siempre lleno. Y con la casa llena apostó por obtener recursos de otra manera, dandole al hincha una experiencia de calidad.

En el ámbito deportivo apostó por armar nominas fuertes, con jugadores experimentados. Fue artífice del regreso de un ídolo como Mauricio Molina, además contrató a jugadores y técnicos de renombre, sin embargo, se quedará siempre con la espina de no haberle dado un título al DIM.

Por motivos personales ha decidido dar un paso al costado como presidente, pero como hincha seguirá aportando para cumplir el sueño que siempre tuvo: hacer del Medellín un equipo Poderoso.

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