Pero sigue la resaca: Santa Fe avanzó a la fase 3 de la Copa Libertadores

Tras el empate sin goles, los jugadores del cuadro cardenal fueron despedidos entre silbidos por algunas de las 9.668 almas que fueron a apoyarlos en el estadio El Campín. Su próximo rival: Santiago Wanderers.

Christian Garavito- El Espectador

A Santa Fe le costó la resaca. La sed del desplante a última hora de Macnelly Torres, quien al final optó por quedarse en Atlético Nacional. Los mareos tras la caída el fin de semana frente a Patriotas en su estreno en la Liga Águila. Y el dolor de cabeza del último mes: la falta de refuerzos. Ese analgésico que no llegó al equipo cardenal y que parece estar destinado a no hacerlo. Sigue el malestar: a pesar de avanzar a la fase 3 de la Copa Libertadores luego de empatar 0-0 ante Deportivo Táchira en El Campín. Los jugadores fueron despedidos entre silbidos. Como si ellos fueran los responsables de los fichajes.

No llegó Macnelly, tampoco Manga Escobar. Ni Julián Benítez, Joffre Guerrón, Alberto Quintero y Arévalo Ríos. Varios de ellos tenían todo acordado: sólo faltaba la firma. Pero al final se decantaron por otros horizontes. Cuando un accidente ocurre una vez es eso, una eventualidad. Pero cuando se repite, deja de serlo y se convierte en una tendencia. Con causa y efecto. La causa: la nula voluntad de invertir. El efecto: la ausencia de refuerzos.

Y aunque no llegaron caras nuevas que ilusionen, tampoco llegó la hinchada a acompañar a su equipo en el torneo más importante del continente. Apenas 9.668 almas alentando a un cuadro que necesita más que nunca el respaldo de su gente. Frente a un conjunto venezolano sin ideas y que no propuso nada para inquietar a la escuadra dirigida por Gregorio Pérez. «Santa Fe necesita más apoyo de su hinchada», dijo el entrenador uruguayo al ganar la Copa Fox Sports. Y tiene razón.

Yeison Gordillo y Juan Daniel Roa, fieles a su costumbre, manejaron los hilos del mediocampo de Santa Fe. En ataque Jhon Pajoy fue el hombre que más inquietó a la defensa visitante. Morelo no tuvo el mejor de sus días y Plata estuvo errado en la toma de decisiones.

Ahora sólo queda un filtro más para ganarse un tiquete al grupo 4, ese que mete miedo con River Plate, Emelec y Flamengo. El último peaje será ante Santiago Wanderers de Chile. El duelo de ida será el próximo martes en Valparaíso. Y todo se definirá el 20 de febrero en El Campín. Mientras tanto, siguen las pesquisas por la nueva fórmula que apague el dolor de cabeza.

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